“La mejora educativa se construye desde el territorio”
Desde una mirada profundamente territorial y participativa, Grupo Educativo ha consolidado más de veinte años de experiencia acompañando a comunidades escolares en procesos de mejora continua. En esta entrevista, su directora, Paulina Araneda, reflexiona sobre el valor del contexto local, el aprendizaje colaborativo y el rol que pueden jugar las alianzas público-privadas para transformar la educación en Chile.
Entrevista
Grupo Educativo es una consultora con más de dos décadas de experiencia en el fortalecimiento de comunidades educativas en Chile. Acompaña en terreno a actores del sistema educacional, promoviendo la formación de competencias profesionales, la implementación de procesos de cambio y mejora continua, y el diseño de políticas educativas desde el contexto local. Conversamos con su directora, Paulina Araneda, para conocer la visión que impulsa su trabajo y los aprendizajes recientes que han surgido desde experiencias como Pacto niñez, Red futuro técnico y el proyecto de mejora continua en Sierra Gorda junto a minera Spence BHP.
Grupo Educativo tiene una trayectoria reconocida en el ámbito de la educación. ¿Cómo definirías el sello que los distingue?
-Nuestro sello es estar presentes en los territorios. No hacemos asesorías desde la distancia: trabajamos codo a codo con las comunidades, escuchamos sus necesidades, respetamos sus trayectorias y construimos propuestas en conjunto. Acompañamos a los equipos directivos, docentes, estudiantes, apoderados y redes locales para que los procesos de mejora y transformación educativa tengan sentido, pertinencia y sostenibilidad.
¿Qué rol juega el contexto local en ese acompañamiento?
-Fundamental. Para que un proceso educativo tenga impacto, debe responder a la identidad y a las características del territorio. No es lo mismo una escuela rural en el norte que un liceo técnico en una comuna urbana del sur. Por eso hablamos de diseñar políticas educativas “desde el contexto local”, porque creemos que ahí está la clave para una educación más humana, justa y sustentable.
Uno de sus proyectos más recientes ha sido junto a Pacto niñez. ¿Cuál fue el aporte de Grupo Educativo ahí?
-Fuimos convocados como equipo consultor para apoyar en el diseño de propuestas de política pública para la infancia. Pacto niñez es una red potente, con más de 80 organizaciones, y necesitaban articular una hoja de ruta que conectara con el escenario político local y nacional. Nuestro rol fue generar metodologías participativas para recoger la voz de las organizaciones y traducirlas en propuestas concretas, especialmente a nivel municipal. Lo interesante fue combinar la experticia técnica con la sabiduría territorial de quienes trabajan día a día con niños, niñas y adolescentes.
También han asumido la coordinación de la Red futuro técnico en la Región Metropolitana, una experiencia clave en la educación técnico-profesional. ¿Qué desafíos y oportunidades observan ahí?
-En esta red articulamos liceos TP, empresas, centros de formación técnica, universidades y organismos públicos. Nuestro enfoque ha sido fortalecer los vínculos entre educación y trabajo, pero también entre los propios actores del sistema. Desde 2019 venimos impulsando espacios de colaboración entre liceos, diseñando estrategias de mejora pedagógica y fortalecimiento institucional. Este año asumimos el desafío de coordinar ambas zonas de la Región Metropolitana, lo que nos permite profundizar ese trabajo con más fuerza.
¿Cómo se vincula eso con la mejora continua de la que tanto hablan?
-La mejora continua no es un eslogan. Es un proceso sistemático que requiere formación, evaluación, reflexión y ajuste permanente. No se trata de aplicar una receta, sino de construir capacidades en los equipos para que ellos mismos lideren el cambio. En la Red futuro técnico eso se expresa en estrategias como el acompañamiento a equipos directivos, el fortalecimiento de la formación docente y la vinculación efectiva con el mundo productivo.
Y en el norte, en la comuna de Sierra Gorda, están desarrollando un proyecto junto a minera Spence BHP. ¿De qué se trata?
-Es una experiencia muy valiosa porque articula educación, identidad local y desarrollo territorial. Estamos trabajando con dos establecimientos: la escuela Estación Baquedano, donde impulsamos el aprendizaje basado en proyectos (ABP), y el complejo educativo Caracoles, donde fortalecemos el sello minero. Este trabajo es parte del plan de educación de minera Spence BHP y tiene un fuerte componente de colaboración público-privada, con una mirada de largo plazo. Ya en 2023 habíamos actualizado sus proyectos educativos institucionales y hoy estamos acompañando a docentes, estudiantes y apoderados en procesos formativos que conectan con sus realidades.
¿Qué aprendizajes destacan de este tipo de alianzas?
-La educación puede ser un motor de desarrollo local cuando hay compromiso, confianza y diálogo. En Sierra Gorda hemos visto cómo la colaboración entre una empresa, una consultora educativa y las comunidades escolares puede generar transformaciones reales. Para nosotros, este proyecto reafirma nuestra convicción: el cambio se construye desde el territorio, con participación y sentido colectivo.
¿Qué mensaje dejarías a las empresas que buscan incidir en la mejora de la educación desde distintos espacios?
-Que escuchen al territorio. Que no subestimen el conocimiento que hay en las comunidades educativas. Y que comprendan que ningún cambio profundo se logra sin procesos sostenidos, sin vínculos de confianza y sin una mirada ética de la educación. En Grupo Educativo creemos que la mejora educativa no se impone: se construye, se acompaña y se comparte.